Aseguran además que en algunos casos en los que el calcio y el magnesio disueltos en el agua son muy altos, el agua puede convertirse en un contribuyente importante de estos minerales para el ser humano. Si resulta que sus niveles de hierro o magnesio en el cuerpo son elevados se debe verificar el nivel de arsénico en el agua que consumen las personas.
Los investigadores han estudiado la dureza del agua y su relación con la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Se trata de estudios epidemiológicos que le dan un enfoque estadístico al asunto, con el que se busca representar el peligro latente para quienes se exponen al contacto con líquidos de estas características.
Algunos de esos estudios han concluido que la correlación que existe entre el agua dura y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares es baja; otros han determinado que dicha correlación entre ambas variables ni siquiera existe.
Así que, en general, estas investigaciones se han declarado como no concluyentes, por lo que no es posible determinar si hay un efecto negativo del agua dura en la salud humana.
Cuando presenta altos niveles de concentración de minerales, el agua dura puede causar problemas físicos como piel reseca y deshidratación. También tiene potencial de generar problemas en ambientes industriales, pues propicia la avería de maquinaria y de aparatos eléctricos.
Pero, ¿Cómo saber si tienes exposición al agua dura en casa? Estas son las señales que lo indican:
- Acumulación de espuma de jabón: Si con regularidad aparecen manchas blancas en tus electrodomésticos o en el suelo tras haber usado el agua, puede tratarse de calcio seco. Este mineral no solo se adhiere al grifo, también en los jabones y detergentes reduciendo su eficacia. En el caso del jabón provoca que sea pegajoso.
- Tuberías tapadas: Las altas concentraciones de minerales en el agua dura pueden obstruir las tuberías pequeñas, como las de la ducha o el grifo. Una tubería tapada se identifica porque presenta problemas para permitir que el agua circule adecuadamente, por lo que en caso de padecerlas, notarás las obstrucciones en la reducción de la presión con la que sale el agua.
- Piel seca e irritada: Mantener constante contacto con el agua dura, en actividades como bañarse, lavar los trastes o lavarse las manos, tiene como resultado que la piel comience a resecarse sin motivo aparente, además de manifestar irritación general a través de comezón y/o picazón.
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